Llevar una vida activa es una de las recomendaciones de los médicos para mantener la salud. Esa recomendación, por supuesto, incluye el ejercicio físico como una de las principales opciones. Y aunque todos son buenos, unos aportan aportan más beneficios que otros.
La natación, por ejemplo, es considerada como una de las más completas actividades físicas. Esto es así porque implica principalmente el uso de las extremidades corporales, lo que se traduce en consecuencias positivas para la salud.
¿Por qué recomiendan nadar? Lo primero es que la natación es un deporte que pueden practicar todas las personas, sin importar la edad.
Actualmente la natación se está usando como ejercicio terapéutico en el tratamiento de las enfermedades cardíacas, circulatorias, artrosis, artritis y obesidad. También para las desviaciones de la columna vertebral, como hiperlordosis, hipersifosis, escoliosis, hernias discales…
Mejora la memoria. La razón es que los ejercicios de respiración que se practican al nadar, hacen que el oxígeno llegue de manera mejor al cerebro. Pero también, la coordinación motriz hace que el cerebro tenga que crear nuevos lazos neuronales.
Aumenta la flexibilidad. Estudios afirman que en el 80% de los casos, el fortalecimiento de la zona lumbar permite terminar con el dolor de la espalda baja.
Retrasa el envejecimiento. Como se considera que el 50% de las pérdidas funcionales que guardan relación con el envejecimiento depende, de la escasa actividad física, la práctica de la natación mantiene la función y el buen estado de los órganos.
Permite estar en forma. En una hora de natación, se estima que se pueden quemar unas 600 calorías.
Beneficia la capacidad pulmonar. Ayuda a los pulmones a usar de mejor manera el oxígeno. Nadar eleva la frecuencia cardíaca, contribuyendo a el ritmo cardíaco se ralentice y la presión sanguínea mejore.
Favorece la circulación. La postura horizontal utilizada en el momento de nadar, beneficia la circulación sanguínea, por lo que es recomendada para quienes sufren de presión arterial.
Ayuda a reducir el colesterol “malo” o LDL, aumenta el colesterol “bueno” o HDL.
Aumenta la masa muscular y tonifica. Es que la natación es una gran manera de aumentar la fuerza muscular y la tonicidad. Cada brazada se convierte en un ejercicio de resistencia, que se convierten en la mejor manera de construir el tono y la fuerza. En esa actividad física, los músculos trabajan de cinco a seis veces más que en cualquier otra.
Combate el estrés. En un estudio de la Universidad de Harvard, se demostró que 10 semanas de entrenamiento de natación reduce los síntomas de la depresión.
La natación y otros ejercicios similares liberan factores neurotróficos o neurotrofinas en el cerebro, endorfinas, que son útiles para controlar el estrés, la ansiedad y el estado de ánimo.
Recomendación de la OMS. Debido a que más de 300.000 personas mueren ahogadas cada año en todo el mundo, la Organización Mundial de la Salud (OMS), aconseja enseñar a los niños a nadar y a aumentar las barreras de seguridad.
Este consejo forma parte de una estrategia global que busca evitar esta causa de muerte, que se encuentra entre una de las diez principales en los mas pequeños de casa .