AP, CIUDAD DE MÉXICO. — Los clavados le han redituado a México el mayor botín de medallas durante su historia en los Juegos Olímpicos. Si lo ocurrido en los últimos días en la fosa olímpica de Tokio es un indicio, esa cosecha podría abultarse el verano próximo.

Por primera vez en su historia, el equipo mexicano de clavados aseguró 12 plazas para la justa olímpica luego de una sólida semana de competencias en la Copa del Mundo que se realizó en la capital japonesa.

En Londres 2012 y Río de Janeiro 2016, los mexicanos compitieron con 11 atletas, uno menos que el máximo permitido por delegación.

“Esta competencia nos ilusiona, nos emociona, nos hace soñar”, afirmó la veterana Paola Espinosa, quien competiría en sus quintos Juegos Olímpicos. “Ya conocimos la alberca (piscina), el cambio de horario, pero a eso veníamos a esta Copa del Mundo, a acoplarnos, a ver los trampolines, a ver cómo era el sistema de esta competencia, que va a ser un previo a Juegos Olímpicos. Queremos una medalla olímpica, es por lo que estamos trabajando y soñamos”.

Espinosa, quien obtuvo una medalla de bronce en Beijing 2008 y una de plata en Londres 2012, aún debe esperar a que la Federación Mexicana de Natación ratifique que sea ella quien ocupe la plaza olímpica que consiguió, algo que parece un mero formalismo.

La deportista de 34 años es la líder indiscutible de los clavadistas mexicanos. A lo largo de la historia, este deporte ha repartido al país 14 preseas olímpicas para superar al boxeo como la disciplina en que México ha obtenido más éxitos.

“Estamos haciendo historia con las 12 plazas, este es un equipo muy fuerte, se ve que hay nivel y que por muchos años seguirá habiéndolo”, dijo Gabriela Agúndez, quien consiguió su pase en plataforma individual de 10 metros y también competirá en la misma altura, pero en sincronizados al lado de Alejandra Orozco.

Competirán sin el apoyo de sus compatriotas en el graderío. Y quizá sin un solo espectador, mientras los organizadores contemplan las restricciones definitivas en medio de la pandemia.

“Ya sabemos lo que no es tener porra (seguidores) en las tribunas y nos tenemos que apoyar entre nosotros, pero lo más importante es que sabemos que sí nos van a cuidar, es algo muy importante que pudimos ver la alberca donde competiremos y nos adaptamos bien, eso será clave en los Juegos Olímpicos”, agregó Agúndez, quien al igual que Espinosa espera que la plaza ganada sea oficialmente suya.

En el pasado, la Federación Mexicana de Natación ha realizado un selectivo nacional que define a los deportistas que ocupan las plazas conquistadas. Hasta ahora, el organismo no ha explicado cómo lo hará en esta ocasión.

Además de probar el escenario olímpico, los integrantes del equipo de clavados pudieron probar las medidas sanitarias que hay en Japón ante el coronavirus.

“Para nosotros son muy importantes estos Juegos Olímpicos, pero sí se ve que ahorita no es la prioridad para el país y lo entiendo”, dijo Espinosa. “Todavía no se siente la fiebre de los Juegos Olímpicos en Japón”.

Los organizadores de los Juegos Olímpicos han sido blanco de críticas por mantener en pie las justas a pesar de que Tokio se encuentra en un estado de emergencia, lo mismo que otras áreas urbanas importantes del país asiático.

Esa medida podría extenderse incluso hasta los Juegos Olímpicos, que se realizarán sin público extranjero por primera vez en la historia.

Además, los deportistas estarán confinados en la Villa Olímpica y sólo podrán salir de ahí en transportes oficiales rumbo a la competencia. Una vez concluida ésta, emprenderán el regreso de inmediato.

Así, la competencia realizada en la última semana sirvió como un ensayo.

“Los protocolos han sido muy largos, muy estrictos, pero también muy acertados”, señaló Orozco, quien narró que les realizaron dos pruebas PCR al día a pesar de que todos los integrantes de la delegación mexicana ya fueron vacunados.

Entre otras medias, los competidores vieron reducidos sus tiempos de entrenamiento en la fosa, tuvieron que hacer filas para que no se dieran aglomeraciones ni en las escaleras ni en las plataformas.

“Eso me da tranquilidad, me imagino que así va a ser en Olímpicos, no sólo en la alberca, sino en todas las áreas, en la Villa Olímpica y en todos los complejos”, indicó Orozco. “Ahora no podemos salir de nuestras habitaciones ni del hotel, no podemos cruzarnos a otros pasillos, no podemos salir a la calle y es entendible por la situación”.